‘prana’ se refiere a la energía vital y ‘ayama’ significa regular. Por tanto pranayama trata del control de la energía vital a través de la respiración.
Los antiguos yoguis desarrollaron técnicas especiales de respiración para aumentar la energía vital, mejorar la salud mediante la eliminación del estrés y alcanzar un estado mental propicio para la introspección espiritual.
Los yoguis se dieron cuenta que la cantidad y la calidad del prana y la forma en que fluye a través de los nadis (canales de energía sutil) determina el estado mental de las personas.
Debido a la falta de atención, los canales de energía en la mayoría de nosotros están parcialmente bloqueados, haciendo que el flujo de prana se dificulte. Esto produce estados de preocupación, miedo, incertidumbre, conflicto, tensión, depresión, dudas y otras emociones negativas.
Mientras que cuando el nivel de prana es alto y su flujo es continuo, suave y estable, entonces la mente está tranquila, feliz, positiva y entusiasta.
Cada emoción que experimentamos se traduce en un determinado patrón de respiración, por tanto el control de la respiración es un camino para el control de las emociones.
Las técnicas de pranayama trabajan con este principio. Entrenan nuestro dominio sobre la respiración, como vía para transformar nuestro estado emocional y alcanzar el bienestar que perseguimos.
Te recomendamos aprender estás prácticas de pranayama bajo la guía de un maestro cualificado. Y siempre con el estómago vacío.
El mejor momento para practicar el pranayama es durante el amanecer, cuando el cuerpo está fresco y la mente esta en calma. Si esto no es posible, otro buen momento es justo después de la puesta de sol.
Toma un baño antes de comenzar la práctica, o al menos lávese las manos, la cara y los pies. No se bañe durante al menos media hora después de la práctica para permitir que la temperatura del cuerpo se normalice.
Durante la práctica se debe usar ropa suelta y cómoda hecha de fibras naturales. El cuerpo puede cubrirse con una sábana o manta cuando hace frío.
Practique antes de comer por la mañana o espere al menos tres o cuatro horas después de las comidas antes de empezar el pranayama.
La comida en el estómago ejerce presión sobre el diafragma y los pulmones, dificultando la respiración completa y profunda.
El Pranayama debe ser realizado después de las asanas, y antes de la práctica de la meditación. El Nadi shodhan pranayama debe ser practicado en cada sesión de pranayama ya que sus efectos equilibrantes y purificadores forman la base del éxito del pranayama. Después de practicar el pranayama, uno puede acostarse en shavasana durante unos minutos.
El cuerpo debe estar lo más relajado posible durante la práctica con la columna vertebral, el cuello y la cabeza erguidos. Siddha/siddha yoni asana o padmasana son las mejores posturas para el pranayama. Siéntese en una manta doblada o en un paño de fibra natural para asegurar la máxima conducción de la energía durante la práctica. Aquellos que no puedan sentarse en una postura de meditación pueden hacerlo contra la pared con las piernas extendidas o en una silla con la espalda recta.
En todas las prácticas de pranayama, es importante recordar la instrucción de no esforzarse, de no tratar avanzar demasiado rápido. Se aconseja practicar una técnica de pranayama hasta que se domine, y luego pasar a otra mas avanzada. Además, la retención de la respiración sólo debe practicarse durante el tiempo que uno se sienta cómodo. Los pulmones son órganos muy delicados y cualquier mal uso puede fácilmente causarles lesiones. No sólo el cuerpo físico, sino también los aspectos mentales y emocionales de la personalidad necesitan tiempo para adaptarse.
Los ejercicios de pranayama que se describen son muy potentes y por tanto pueden aportar un gran beneficio o crear mucho daño, si se practican sin la supervisión adecuada.
Hay que tener en cuenta que el propósito de estas técnicas es controlar la energía que nos da la vida, y, por tanto, su aplicación incorrecta puede derivar en problemas físicos y mentales.
El hecho de no ver el “prana” lleva a algunas personas a despreciar o minusvalorar estos procesos y a no hacer caso de las advertencias.
Antes de practicar estas técnicas, asegúrate de ponerte en manos de un profesional que domine la materia. Desgraciadamente no hay muchos y gran parte de ellos están en India.
Uno de los mejores profesores que he encontrado se llama Prashant Pandey y enseña en la escuela Kavaalya. Puedes encontrar clases online en directo en su página web.
